El aborto inducido, no se detiene en la ausencia de derechos reproductivos en León. Con el uso de misoprostol, entre mujeres encuentran apoyo y exigen el aborto legal.
En México la despenalización del aborto continua como tema presente en congresos. Para muchos estados ha sido una realidad que aquella búsqueda del aborto legal se haya convertido en una realidad. Guanajuato a pesar de todos los esfuerzos sigue sin hacer grandes cambios en sus leyes. Aún después de su señalamiento como inconstitucional, la resistencia en el Estado ha dejado desprotegidas a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. Por lo que organizaciones sin fines de lucro como La Red de Acompañantes, provee con un acompañamiento completo. Cual va desde sus posibilidades para facilitar el derecho al aborto seguro y defender los derecho reproductivos de la mujer. Con acompañamiento durante el procedimiento, gestión de medicamentos y también con campañas para el cambio de narrativa.
La Red de Acompañantes y los derechos reproductivos
Desde 2016 se fundó la Red de Acompañantes en León Guanajuato, tomando influencia del colectivo Las Libres. Nayelly Tello, crea un espacio dónde da seguimiento a mujeres quienes están en proceso de abortar, abortaron o buscan como hacerlo.
En cuanto al seguimiento que dan como red; empieza una vez las contactan, ya sea por redes sociales o WhatsApp, generalmente son reconocidas por recomendación. Anteriormente llegaron a hacer acompañamientos presencialmente. En el presente pocos casos son fuera de la web por seguridad y tiempo de las chicas que conforman La Red. Entre las 12 miembros se decide la asignación de persona a la que acompañan, pues depende de los horarios que tengan disponibles de manera personal. El proceso consiste en preguntar cuántas semanas tiene el producto, solicitud de un ultrasonido, y el método que desean utilizar. Ellas ayudan únicamente a practicarlo con el uso de pastillas.
Su acompañamiento no exime mujeres que lo practicaron en clínicas o realizaron el procedimiento aparte, siempre y cuando notifiquen las particularidades de su procedimiento. Preferentemente con fechas y datos de relevancia a su salud física, para poder prevenir efectos secundarios.
Sus esfuerzos por combatir la condena social a las mujeres que abortan
Socialmente se empuja la idea de la culpabilidad a las mujeres que practican abortos inducidos. Las chicas de la Red de Acompañantes, señalaron que esta la idea en su experiencia es errónea. Y es en realidad más visible una preocupación en las mujeres la posible percepción negativa de las personas en su entorno. Marissa Bueno siguiendo las ideas de Nayelli sobre la desinformación del aborto inducido, comentó:
“Nadie en realidad sabe como es un aborto, como se hace. Muchas veces, o sea, muchas te llegan a preguntar, ¿y si me muero? ¿y si me desangro? Y es como que no, mira no es así, así es el proceso, esto es lo que tiene que pasar.” Como algo que las mujeres que acompañan erróneamente tienen arraigado, por la falta de educación y desconocimiento que nuestra sociedad tiene del tema.
Al contrario de lo que se piensa, expresó que son pocos los casos de mujeres a quiénes acompañó, que hablaron de la culpabilidad. En el caso de esas pocas, no fuer por inconformidad en realizar su aborto, si no por la presión externa de prejuicios. En palabras de Marissa:
“no saben cómo gestionar los sentimientos que le conlleva precisamente toda la carga del exterior. Porque creo que ellas en sí están seguras de la decisión”.
Una decisión en el aborto informada
Otra acompañante, Yessica Cienfuegos pronunció como en casos donde no sienten las mujeres seguridad para abortar, les propician seguimiento psicológico. Además de la importancia de una decisión informada. Yessica destacó como una vez finalizado el seguimiento:
“Son muy pocas [las mujeres a quiénes conservan una culpa o pena externa]”. Tampoco cree que sea común la emoción: “Aunque estén acompañadas por otra compañera de La Red. A veces llegan a mí o a otras compañeras [integrantes incluida Yessica son psicólogas]”.
Contrastando lo común en realidad es un sentir de vergüenza, no por realizar la acción de abortar si no la desconfianza en contarlo a otros sin ser juzgadas:
“Aún así han sido muy pocas las que han dicho de que: ¡sí puedo hablar con alguien sobre esto! y en general”. Como conclusión lo que se produce emocionalmente en las mujeres que abortan: “Pues ha sido más como de descanso, de tranquilidad [en su decisión por continuar su aborto inducido]”.
No detendrán su lucha por el aborto libre y seguro
Fuera del acompañamiento directo, ellas activamente han participado en pláticas, encuentros y congresos. Desde lo penal, hasta lo particular. Estuvieron presentes en Guanajuato para una ponencia normativa. Dentro de León realizan cursos formativos para hablar sobre el aborto, informar y quitar la pena social que se le impone. Su enfoque sigue en el acompañamiento, sin dejar de lado accionar e incidir junto con otros colectivos en la lucha judicial y la demanda social.