En León Guanajuato muchos residentes consideran la práctica del grafiti o pinta como una actividad negativa en la comunidad; provocando un estereotipo de dicha actividad, debido a que se asocia con conceptos de actividad ilegal y vandalismo.
La práctica del grafiti se interpreta como un acto de discriminación hacia todos los colectivos y integrantes de la práctica, ya que son juzgados sin conocer realmente su motivación y causa para realizar la práctica.
El movimiento social del graffiti puede interpretarse como un deterioro en las comunidades, una monstruosidad o un indicio de desintegración social. Según diferentes opiniones de personas que se oponen al grafiti, los grafiteros representan indicios de desorden en una comunidad. Los colectivos grafiteros consideran este tipo de terminologías como un factor discriminante que incita el odio y la ignorancia social, además muchos grafiteros no son personas violentas y se sienten atacados al rayar.
Aunque en el siglo xxi hay más aceptación social y cultural, es importante entender que la marginación hacia grafiteros ha estado presente desde hace muchos años, llevando a una evolución de pensamiento, algunas personas aceptan y validan la representación de un grafiti y otras siguen discriminando y haciendo juicios con adjetivos negativos.
En León Gto, se han realizado programas de integración en donde se invita a grafiteros a rayar ciertos establecimientos locales; sin embargo, aunque autorizan legalmente en algunas áreas, seguimos viviendo una discriminación porque hay limitaciones artísticas en cuanto a temática y tipo de pinta, es decir si no es el típico que solicita el gobierno en una pinta. Según el código penal, el graffiti se sanciona como un delito contra el patrimonio, en específico como delito de “daño a propiedad”, todo esto retomando con la discriminación artística y cultural causada por falta de igualdad de oportunidades, o condiciones de igualdad social.
El anonimato de los grafiteros permite que se siga trabajando a oscuras, muchos artistas prescinden de la firma o tag, pues no necesitan dejar patente su autoría o no quieren desequilibrar su obra y restarle sentido artístico, por eso prefieren trabajar en el anonimato, por otra parte buscan evitar actos de discriminación, o muchas veces cubren su identidad por el tema legal.
